domingo, 4 de septiembre de 2011

La historia de amor de Julieta y su Gnomeo

Lo cierto es que con las películas de animación suelo ser bastante receptivo. Considero que la gran mayoría son suficientemente entretenidas como para no tener la sensación de haber perdido 90 minutos de mi tiempo (que es lo que suelen durar este tipo de películas).
Pero sigamos hablando tras el salto (Más informacion).

Desde la revolución que supuso el estreno de Toy Story en 1995 a manos de los estudios Pixar (su primer largometraje íntegramente de animación digital, gran carta de presentación), siempre he intentado convencer a la gente de que este tipo de cine no tiene porqué estar limitado a los más pequeños. La gran mayoría hemos podido disfrutar de las aventuras de los juguetes más divertidos del cine, y más tarde maravillarnos con la genialidad de Wall-E, la originalidad de Cars o la maestría de Up.
Dreamworks supo cómo llegar a un público mucho más amplio con la éxitosa Shrek, pero otras muchas han intentado subirse al carro con menor suerte.
Años atrás las películas eran mucho más fáciles de catalogar. Estaban las destinadas a un público adulto, y las de dibujos estaban muy enfocadas para el más infantil. Des de hace un tiempo esto ha cambiado, y un film de animación no tiene porqué estar dirigido a los más pequeños de la casa. Esto puede crear cierta confusión, porque ahora se hace cine de animación con una temática puramente infantiloide, y otro tipo de cine de animación destinado al público más general, lo que hace que resulte mucho más difícil discernir cual es cual.
Supongo que esto es lo que me sucedió con Gnomeo y Julieta que, siendo de los responsables de Shrek, esperaba encontrarme algo un poco más adulto (todo lo adulto que podría ser el cine de animación con un título como este, entendedme), con bromas más trabajadas y mucho más original. Sin embargo me encontré una película en que las bromas estaban muy mascadas, incluso demasiado parecidas a las de Toy Story (pero con mucha menos gracia, sólo hay que cambiar el jardín por la habitación de Andy y "voilà"). En ocasiones tenía la sensación de estar viendo unos dibujos animados, con caídas absurdas y gags que carecían de gracia (atención, no todos, los hay que resultan divertidos).
La película trata sobre la vida y el conflicto de dos jardines rivales y vecinos en la "Calle Verona", y de la historia de amor entre dos gnomos, "un azul" y "una roja", cada uno perteneciente a un bando distinto, y las adversidades que deben superar.
Los personajes principales, Gnomeo y Julieta tienen un carisma nulo, y la película se salva sobretodo por algunos personajes secundarios (como Nanette, la mejor amiga de Julieta y gran apasionada de las historias de amor, o Pluma rosa, el flamenco de plástico), que dan un toque cómico con un poco más de distinción.
Además de la banda sonora, todo lo que es la animación está muy trabajada, pero personalmente esperaba una vuelta de tuerca más divertida y original del clásico de Shakespeare.
No me malinterpretéis, la película puede resultar entretenida en un momento dado, y puede verse sin aburrirse en exceso, pero creo que los pequeños la disfrutarían mucho más que los mayores, ya que esta demasiado lejos de las grandes películas de animación a las que todos nos gusta comparar este tipo de cine.
Aceptable y demasiado correcta es esta extraña versión en que Gnomeo sólo logra enamorar a su Julieta.


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