Mis "guilty pleasure"

Hace poco me topé con el término de "Guilty pleasure" y supe que debía dedicarle una entrada en el blog. 

¿Sabes lo que es un "guilty pleasure"? Esa serie, libro o película que se disfruta con cierto... digamos sentimiento de culpabilidad.

Confesémonos, esto es "El círculo Bipolar" y hablaré de mis dos "guilty pleasures" preferidos... Tras el salto (Más información).

Estos últimos años las series están viviendo su momento de máximo apogeo. Hasta hace un tiempo la calidad y el elevado presupuesto estaban reservados al cine, pero es evidente que actores, directores y guionistas están encontrando un cómodo lugar en la pequeña pantalla. Cada vez hay más actores y actrices de renombre que se están uniendo a la moda de las series (véase Glenn Close o Jim Caviezel), incluso directores de renombre como Steven Spielberg o James Cameron. Supongo que un mayor desarrollo de los personajes y el poder distribuir la acción a lo largo de más tiempo hacen las delicias de guionistas y directores.

Es evidente, existe una tendencia muy extendida últimamente sobre el consumo de series. Hace años el tema de "series de televisión" no solía ser habitual en una conversación entre amigos, pero lo cierto es que ahora si no ves alguna serie parece que perteneces a otro planeta (más o menos como sucede cuando no eres aficionado al fútbol...).
En estas conversaciones siempre surge la típica pregunta: ¿Qué serie estás viendo ahora? Seamos sinceros, decir que estás viendo Lost, Dexter o Fringe "queda bien", podrían catalogarse como "El Quijote" de las series. Pero, ¿qué sucede cuando estás viendo una serie que te encanta pero sabes que el decirlo en voz alta hará que el otro te mire extrañado? (algo así como cuando estás teniendo una conversación de literatura y confiesas estar leyendo a Dan Brown). Aquí es precisamente de dónde surge el concepto "Guilty pleasure".

Glee

Lo confieso, he disfrutado cada minuto de las dos temporadas completas que he visto de esta serie. ¿Pastelosa? ¿Cutre? Dirán lo que sea, pero cuando me dispongo a ver un capítulo de Glee no espero encontrarme un gran misterio ni una trama extremadamente realista. Sé lo que voy a encontrar y me gusta, porque es una serie que mostró sus cartas des del principio, sin tratar de engañar a nadie y aunque muchos opinen que ha perdido su esencia inicial diré que sigo disfrutando las actuaciones, las tramas tan inverosímiles que la caracterizan y sus variopintos personajes. Glee es diferente y única en su especie, para bien o para mal, y el único error que puede haber cometido esta serie es haberse convertido en todo un fenónemo de masas, que ya sabemos como acaba esto: reality, discos, conciertos, noticias poco interesantes de sus protagonistas, bombardeo de portadas... 

Glee trata sobre la vida en un instituto, las relaciones entre los integrantes del "New Directions", el acoso que sufren por parte del resto del Instituto, la gran diversidad de razas y condiciones (estando representadas prácticamente todas las minorías)... y todo ello con la música como tela de fondo. Si no te gustan los musicales ni las series de adolescentes, si no te entusiasma la música más comercial, ahórrate el esfuerzo. Si estás dispuesto a una dosis de 40 minutos de música y situaciones hilarantes... Glee te encantará.

The Vampire Diaries

Esta fue una de las pocas series que empecé a ver justo en el momento de su estreno en Estados Unidos. Los dos primeros capítulos no llamaron para nada mi atención y la abandoné. Las buenas críticas y audiencias excepcionales para una cadena como The CW, así como algunos amigos que me animaron a verla hicieron que le diera una segunda oportunidad. No exagero si digo que, a día de hoy es una de mis series preferidas, y que saboreo cada capítulo con culpabilidad porque los devoro a un ritmo inusitado.

En líneas generales podría decir que me gusta prácticamente todo lo que lleve el sello de Kevin Williamson (Scream, Dawson Crece, Sé lo que hicisteis el último verano...). 

Williamson también está al frente de "The Vampire Diaries", una serie que trata sobre esa especie ficticia que tan de moda se ha puesto últimamente: los vampiros. 

Sí, sí, cuando leí que The CW adaptaría la serie de libros de L.J.Smith, pensé lo mismo que la mayoría de vosotros: "Otra cadena que se quiere subir al carro de la moda de los vampiros". Acabé estigmatizado de la saga Crepúsculo y temía volver a sufrir el dilema "ñoño" de "te-quiero-mucho-y-quiero-que-me-conviertas-en-vampiro-para-pasar-la-eternidad-a-tu-lado". Sin embargo, nada más lejos de la realidad. En "The Vampire Diaries" los guionistas se han debido pegar una buena dosis de películas de terror adolescente y en cada capítulo la trama avanza a un ritmo vertiginoso. Podríamos decir que en esta serie vale todo. No hay personajes entrañables intocables, sus tramas (lejos de lo que pueda parecer) son impredecibles, con un cliffhanger (final de infarto) en prácticamente cada capítulo de la serie. 

Maldiciones, brujas y magos, hombres lobo y vampiros, constituyen una composición perfecta en que los 40 minutos reglamentarios de cada episodio saben a muy poco, donde los 22 capítulos por temporada se hacen cortos y la espera a la siguiente, eterna.

Me siento "orgulloso" de mis "guilty Pleasures". Estamos en familia, confesaos: ¿Cuáles son vuestros "guilty pleasures"?