"The Walking dead" vagando a la deriva como uno de sus "caminantes"

Y acabó la "agónica" segunda temporada de "The Walking Dead", y digo agónica no precisamente porque nos haga regalado demasiados momento que corten el aliento, sinó más bien todo lo contrario. Y es que nos hemos tenido que topar con esta segunda season para ver como la serie de zombis por excelencia deambulaba a la deriva cual "walker", dando tumbos sin rumbo definido. Pero hablemos de ello tras el salto (Más información).

Jamás creí que después de haber incluido a "The Walking Dead" entre una de las series imprescindibles (ver artículo aquí), haría una crítica tan dura de su segunda temporada... pero allá vamos...

"The Walking Dead" fue una de las series con mejor aceptación de crítica y público en su estreno en la noche de Halloween de 2010. Basada en los cómics de Robert Kirkman y Tony Moore, la serie trata sobre las peripecias que tienen que hacer un grupo de supervivientes para hacer frente a la horda de zombis en que se ha convertido la humanidad.

Podríamos calificar a "The Walking Dead" como la serie de los récords. Fue el estreno más seguido en la historia de la cadena privada AMC con su primera temporada. Con el estreno de la segunda consiguió ser el estreno más seguido en un canal de pago. Incluso en España, consiguió datos de audiencia estratosféricos para una cadena como LaSexta. Porque es evidente que la serie tiene alma, tiene una estética cuidada que consigue transmitir austeridad y agonía, y una visión desoladora de un mundo postapocalítptico. Quizás haya sido una temática muy tratada en el cine, pero en este aspecto es muy innovadora en la pequeña pantalla.

La primera temporada dio la sorpresa, pero los seguidores nos pusimos a temblar cuando leímos que la segunda no estaría conducida por el mismo director creativo. Sin embargo, considero que cuando una serie está avalada por una historia de éxito, muy mal tienen que ir las cosas para que no sigan enganchando a la audiencia. Pero pasó.

La temporada se ha dividido en dos partes, y la season premiere de la segunda temporada dejó momentos dignos de recordar, incluso los últimos segundos de episodio consiguen dejar atónito al espectador. Pero... ¿y luego qué? Pues el grupo de Rick se encuentra con una granja residida por otro grupo numeroso de supervivientes. Hasta aquí la cosa va bien, pero a medida que va avanzando la primera tanda de episodios me fui dando cuenta que los guionistas no tenían pensado abandonar en breve el escenario, y lejos de eso, los personajes se iban encontrando cada vez más y más cómodos en la granja, episodio a episodio y así durante los 13 capítulos que constituyen la temporada.

Pero ahí no acaba la cosa, porque "The Walking Dead" tiene el dudoso privilegio de haber conseguido que un niño sea cargante para la trama. Carl se hace pesado, y hace más mal que bien al ritmo, incluso se le pueden achacar a este personaje alguna de las tramas más pesadas de la temporada. Quizás la segunda temporada sea la que trata más a los personajes que la acción donde están incluidos "los caminantes", pero no nos olvidemos que "The Walking Dead" a una serie de "terror", no "La casa de la Pradera". Quizás el niño esté creciendo con demasiada violencia a su alrededor. ¿Deberíamos prepararlo para la vida que le tocará vivir? ¿Le damos un arma y le enseñamos a usarla, o preferimos que viva en la inopia? El dilema moral que puedan tener unos padres con su hijo puede durar un episodio, dos como mucho, pero jamás puede estar presente como tela de fondo en toda la tanda de episodios.

Y para colmo nos tropezamos con el triángulo amoroso de los tres personajes principales de la ficción. Al igual que con toda la historia de Carl, repito: una serie de zombis no puede basar todo una tanda de episodios en un maldito triángulo amoroso que no iba a ningún lado. Esto es "The Walking Dead", una serie de zombis, y el espectador (al menos yo), quiero ver una horda de muertos vivientes que no dejen ni respirar a nuestros protagonistas, que tengan que ingeníarselas para sobrevivir a un holocausto de caminantes hambrientos vagando por el mundo con el único objetivo de alimentarse (MODO SÁDICO OFF). La historia ya empezó en la primera temporada, pero por mucho que intento hacer memoria no logro entender como entonces se hizo tan interesante, y ahora tan pesada.

Si a la granja le sumamos que los nuevos personajes carecen de carisma, que las tramas aburren y se quedan estancadas, que nos encontramos con una temporada con menos zombis que la anterior, que el triángulo amoroso Rick-Lori-Shane cansa y no interesa más allá de un par de episodios, y el afán de Carl por convertirse en un vaquero "chulito" es agotador, puedo concluir que esta segunda temporada de "The Walking Dead" ha sido una sombra de lo que fue la primera. 

Más repercusión, más audiencia, pero peor sabor de boca. Únicamente salvaría el primer capítulo, los últimos minutos del episodio de antes del parón, el final del penúltimo capítulo, y el inicio del último. Momento muy concretos que no redimen para nada a la temporada completa. Así que esperemos que de cara a la temporada 3 sepan como ponerse las pilas...