A 100 años del hundimiento del transatlántico más famoso de todos los tiempos, la pequeña y la gran pantalla están preparando un arsenal de documentales, películas y series sobre los sucesos de aquella fatídica noche del 14 de abril de 1912 en el Atlántico Norte.
Y como no podía ser menos, se ha esperado hasta estos días para el reestreno de la versión más exitosa y taquillera de cuantas se hayan hecho sobre el hundimiento del Titanic, en versión 3-D. Ni siquiera hemos podido disfrutar de la edición de Blu-ray, cuyo lanzamiento se espera poco tiempo después de su salida del cine.
Pero sigamos hablando de Titanic tras el salto (Más información).
Suele pasar, las películas con mayor repercusión a nivel mundial són también las más criticadas, y són precisamente las que más adeptos y detractores siembran alrededor del mundo.
Titanic se convirtió en un clásico des del momento de su estreno. Intuyo que todos aquellos que estaban detrás del proyecto debían intuir que tenían entre sus manos una bomba "titánica", y así fue. Empezó siendo un éxito, pero no dejó de crecer semana tras semana y se acabó convirtiendo en la primera película en ocupar el número 1 de la cartelera durante 15 semanas consecutivas y la primera película en superar una recaudación de 1000 millones de dólares. Pero "Titanic" no encontraba techo, y su recaudación mundial total casi duplicó ese récord, anotando la espectacular cifra de 1835 millones de dólares. Se necesitarían diez años para que este récord fuera superado precisamente por un film del mismo director, James Cameron. Eso sí, muy injusta es la comparación de la recaudación de una película de 1997 con una cuyo estreno fue en 2009, puesto a que la entrada al cine suele ser el triple de cara (me pregunto si cuando se habla de recaudación se tiene esto en cuenta). Si a todo esto le añadimos los 11 Óscar que avalan a esta superproducción, podemos concluir con que las cifras hablan por sí solas.
No me extenderé con la sinopsis de la película, ya que seguramente es bien conocida por todos vosotros. El film narra la historia de Jack y Rose, pertenecientes a clases sociales muy diferentes que vivirán una intensa historia de amor a bordo del transatlántico "insumergible" durante sus cuatro días de travesía, hasta que la madrugada del 14 de abril impactara contra un iceberg que provocara su hundimiento.
"Titanic" es tan majestuosa como la historia quiere que nos imaginemos el buque. La historia es redonda, y para mí es el ejemplo perfecto de ritmo en una película. La primera mitad presenta a los personajes de forma tan magistral que conectas de inmediato con la historia. La segunda mitad del film es una agónica lucha contrarreloj y contra la gélida agua del Atlántico para poder sobrevivir.
La banda sonora es inmejorable. Muchos relacionaréis música de Titanic con Celine Dion, pero durante el film (evidentemente) la versión acústica es incomparable.
James Cameron, el director
Nadie mejor que el grandísimo James Cameron podría haber hecho semejante obra de arte. Cameron es un director capaz de tirar por tierra el tópico "las segundas partes siempre fueron malas", ya que con Terminator 2 y Aliens supo mejorar notablemente a sus antecesores y regalarnos las mejores partes de ambas sagas. Cameron es un director que cuida al mínimo sus creaciones, que no "hace pelis como churros" (y no miro a nadie, señor Spielberg), sino que pone alma a todo cuanto toca. Tuvimos que esperar doce años para poder ver una de sus grandes creaciones en la gran pantalla con Avatar.
3D
Por todo esto tenía confianza en que esta "nueva" versión de "Titanic" en 3D que estaba preparando James Cameron no podía ser decepcionante, porque considero que no hay nada en lo que se implique que no sea majestuoso.
Soy bastante contrario al formato en tres dimensiones, sobretodo si tengo que "cargar" con las gafas durante los 194 minutos del film. He de decir que "Titanic" no ha logrado cambiar del todo mi percepción sobre este formato, pero existen películas recientes preparadas para el 3D cuya resolución es mucho peor que la que se han conseguido con la inversión de 18 millones de dólares y las 60 semanas de trabajo para conseguir acercar al espectador aún más al "buque de los sueños".
Mi conclusión sobre el 3D es que no decepciona pero... pero la historia no necesita de tres dimensiones para ser más espectacular. Porque la historia que nos regaló James Cameron va mucho más allá de la tecnología y los nuevos formatos de vídeo, todo ello poco importa cuando el film es así de grande por sí solo, y esta es precisamente la magia del cine.
Habrá quién achaque tal éxito al fenómeno fan, pero como muchos de vosotros recuerdo que la película consiguió reunir en el cine a gente que hacía meses y hasta años que no ocupaba alguna de sus butacas. Los espectadores crecían semana tras la semana y repetían más de una vez, y la crítica y el boca-a-boca hicieron aún más grande (si cabe) la película.
La sala abarrotada, las luces se apagan y suena la música. Han pasado 15 años desde la primera vez que vi "Titanic", esa película que me hizo creer y amar aún más el cine.
Aquí os dejo un tráiler sobre esta última versión en 3-D.
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