Se acerca el fin de semana y muchos amantes del cine irán a echar un vistazo a las salas de cine más próximas. Yo ayer tuve mi sesión y aquí estoy con mi nueva crítica. En esta ocasión hablaremos sobre "La deuda", que sin lugar a duda es una de las opciones más recomendables de la cartelera.
He de reconocer que minutos antes de entrar a la sala del cine, era algo reticente a esta película. Desconocía el argumento del film i solo tenía alguna noción sobre la trama por los cortos y escasos anuncios de televisión. Entrar a la sala de un cine sin tener ni idea de qué te vas a encontrar tiene cierto encanto, pero esa curiosidad suele derivar en dos posibilidades: el horror más absoluto, o la más grata sorpresa. En el caso de La deuda debo decir que me ha dejado una sensación completamente positiva.
A priori podríamos decir que La deuda habla sobre dos momentos del tiempo, 1966 (pasado) y 1997 (presente del film). En 1966 Rachel (Jessica Chastain), David (Sam Worthington) y Stefan (Marton Csokas) son tres agentes israelíes pertenecientes al Mossad, que se infiltraban en la Berlín soviética para localizar, secuestrar y llevar fuera del muro a un asesino nazi muy conocido por sus sádicas prácticas durante la Segunda Guerra Mundial, y de este modo poder juzgarlo en Israel por sus crímenes. En la actualidad, los mismos tres protagonistas (interpretados por Helen Mirren, Ciarán Hinds y Tom Wilkinson) tendrán que enfrentarse a un secreto que llevan guardando treinta años y que, de salir a la luz, podría hacer tambalearse todo el prestigio sobre el que han asentado sus vidas.

Este juego con el espectador dota a "La deuda" de una calidad excelente, cuyo ritmo no decae durante los 114 minutos de película.

Un reparto bien escogido, unos personajes bien presentados, desarrollados e interpretados junto con una trama bien planteada y sobretodo resuelta, hace que este thriller no decepcione en ningún momento.
Aquí os dejo el tráiler.
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